lunes, 1 de septiembre de 2014

Día 1

O debería decir día cuatro, para el caso es lo mismo. Supongo que en retrospectiva no me debería sorprender tanto la situación que vivo en estos momentos. Me pregunto como debe ser mi actuar hacia ti ahora que ha quedado claro solo somos amigos. Solíamos abrazarnos, o bueno yo te abrazaba, me gusta acurrucar mi cabeza en tu pecho peludo, ventajoso resulta mi 1.65 de estatura para quedar atrapado en los pectorales de un hombre tan alto como tú. Te dije que las cosas cambiarían, no acostumbro tomar de la mano a mis amigos, no suelo dormir abrazado de ellos en ropa interior, mucho menos darles las buenas noches cada noche y decirles te quiero. Dices que no quieres que las cosas cambien, yo tampoco lo deseo, pero mi corazón no entiende ser amigos y tener un trato así. Quedo a la expectativa de nuestro próximo encuentro, mientras observo el celular, casi es hora de que salgas de trabajar, me pregunto si llamarás, de no hacerlo deberé buscarme una distracción, no pienso llamarte y confirmar una vez más que soy el amigo enamorado que está siempre disponible, me prometí ser fuerte...